Hace un par de meses os escribimos para contaros por qué nos habíamos embarcado en un proceso de reflexión colectivo sobre los micromachismos en la ciencia que nos sirviese para desarrollar medidas coeducativas específicas que contribuyesen a erradicarlos, sobre todo en la adolescencia (es esta entrada). Hoy retomamos el tema la mar de satisfechas, ya que la experiencia del primer encuentro no ha podido ser más positiva y enriquecedora, y estamos deseando compartir los resultados.
Ese día nos juntamos un grupo mixto de 8 personas, todas feministas y con fuertes lazos en educación, aunque muy diversas al mismo tiempo. Tras dedicar un espacio a conocernos y encontrar vínculos entre nosotras y con otras mujeres que hacen ciencia a través de sus saberes, nos sentamos alrededor de unas mesas trapezoidales que venían muy al caso, y que conformaban un octógono perfecto. Así, comenzó un debate para el que partimos de la revisión de un breve texto teórico desde el que surgieron matices e inquietudes interesantísimas para seguir profundizando en el futuro, como por ejemplo: ¿cómo podemos denunciar los micromachismos sin caer en dualidades que anulan la diversidad ni menospreciar otras formas de opresión?; ¿el que la ciencia esté deshumanizada contribuye a la desigualdad que la habita?; ¿debemos generar referentes de mujeres en la ciencia o más bien de feministas?
De entre todas esas cuestiones, nos centrarnos después en si hay micromachismos específicos en la ciencia o son comunes al resto de ámbitos de nuestra vida, puesto que nos parece significativo de cara a establecer estrategias para combatirlos. Queríamos comenzar a desgranarlos pero hacerlo desde las propias vivencias de las personas participantes, para que, de esa manera, las propias experiencias y sentires pasasen a ser formas legítimas de construcción de conocimiento. De este modo, basándonos en una clasificación propia -y por tanto subjetiva y sesgada- muy flexible que hicimos, comenzó la parte más vivencial de la sesión que nos dejó un montón de testimonios sugerentes y nos ayudó a comenzar a visibilizar y comprender esos micromachismos concretos. Para terminar, y ya con el tiempo echándose encima, adelantamos algunas pinceladas sobre cómo podríamos atajar estos micromachismos desde la coeducación, que continuaremos abordando en el próximo espacio de encuentro donde trataremos este tema entre otros: las Jornadas de saberes y ciencia (que tendrán lugar el 22 y 23 de febrero en Barakaldo).
De toda esta primera fase del proceso hemos creado un documento colaborativo con información más detallada que puedes descargarte.
Todo este trabajo no habría sido posible sin la implicación y compromiso de Uzuri, Patri, Pepe, Joseba, Arantza F. y Arantza B. que compartieron con nosotras saberes durante el encuentro presencial, y también de Sandra, Marta, Leticia y Laura, que están participando desde otros espacios. A todas ellas, mil gracias!